¿Has corrido alguna maratón?
Seas o no deportista, sabes que si corrieras tu primera maratón tendrías que prepararte, mental y físicamente, para garantizar, no solo que llegarás a la meta, sino, también, que lo harás sin morir en el intento.
Y, seguro que los primeros entrenamientos serán duros y no saldrán como esperabas…
Habrá dolor (tirones o agujetas), cansancio, soledad (si no buscas apoyo para los entrenamientos), frustración por no rendir, físicamente, lo esperado, estrés al pensar si podrás llegar al final y si merecerá la pena el esfuerzo…puede que, incluso, haya algún problema físico (torcedura o esguince…) que te haga parar y tener que volver a empezar.
Pero, lo cierto es que, al igual que en otras áreas de tu vida, incluida la maternidad, llegar al final dependerá solo de dos cosas:
- La primera, del guion que hayas definido para tu película,
- Y, la segunda, de cómo te hayas preparado para ello.
Cuando hablo de «guion» me refiero de lo que tu mente haya planeado para ti. Al final que haya previsto para ti y para esta carrera.
¿Vas a lograr ese reto? ¿Si o no?
Es algo que tu mente inconsciente ya sabe. Que hace mucho tiempo que decidió.
Que ibas a ser una ganadora en ciertas áreas de tu vida y en otras no. Según el análisis transaccional es algo que decidimos alrededor de los 5 años.
Parece difícil de creer, pero es así…
Si te cuesta aceptarlo, plantéate…
¿Qué situaciones vives una y otra vez?
¿En cuáles repites la misma historia…y, siempre tienes las de perder?
- Quizás con tus amigas, ¿siempre eres tú la que llamas o te preocupas por ellas?
- O, con tus parejas, ¿te tratan mal o no te respetan? o, quizás, ¿las mantienes tu o las cuidas tu siempre (casi como si fueras su madre)?
- Tal vez en tu relación con tus padres o hermanos, ¿eres tú la que siempre está por y para todos?
- O, en cómo te relacionas con tu cuerpo (comida, deporte…) ¿siempre has estado luchando con tu cuerpo, a dieta o sobrexigiéndote?
- Puede que, con tus jefes, en el trabajo ¿siempre eres la que se queda más horas, la responsable de todo, la que no valoran, a la que gritan o ningunean?, o, tal vez ¿la triunfadora, aunque a costa, siempre de un sobre esfuerzo que acabas pagando?
El guion de tu película lo elijes tu… o más bien lo elegiste hace tiempo.
Hoy solo estás actuando y viviendo de acuerdo a él.
Y, si el guion dice que eres una ganadora, y que correrás la maratón, y que lograrás ser madre, encontrarás el modo de seguir adelante y de no achantarte ante las dificultades. Estate segura de que lo conseguirás, sea como sea…
Y, dirás…
Pero, ¿cómo saber si soy o no una ganadora en cuestiones de maternidad?
Pues tranquila…lo bueno es que incluso si tu guion es el de una perdedora se puede cambiar.
La segunda clave, la preparación, te ayudará a reescribir tu guion y a conseguirlo.
Muchas mujeres a las que he ayudado a ser mamás, al igual que yo, tuvieron que hacerlo.
Y, ¿qué necesitas concocer para reescribir tu guion?
Ello requiere hacerse consciente de 4 factores que contribuyeron a conformar tu guion de vida y que pueden estar condicionandote:
Este es el resultado de:
- Lo que modelaste tus padres o abuelos. Es decir, de lo que viste en papa y mamá. En cómo reaccionaban, se relacionaban entre sí y con otros miembros de la familia. Esto te enseñó cuál era la mejor forma de conseguir lo que querías en tu casa y en tu vida. Si, por ejemplo, mamá conseguía todo de papá, empezando una pelea y luego echándose a llorar. Podrías haber decidido: Yo haré lo mismo y que este sea, hoy, tu modo de actuar.
- Los mandatos y contramandatos. No son más que ordenes, verbales o no verbales, con las que tus padres te bombardearon desde que naciste. Son mensajes acerca de lo que tenías que hacer para pertenecer o formar parte de tu familia, para que te quisieran, o para que mamá y papá estuvieran contentos. Y, algunos, de manera inconsciente te siguen obligando hoy (se perfecta, hazlo todo bien, se fuerte, complace a los demás, no expreses, date prisa…)
- Las atribuciones. Son igualmente mensajes recibidos de tus padres, verbales o no verbales, pero acerca de lo que eres (la responsable, la niña buena, servicial, la mayor, la que no vale, la tonta, la que no lo conseguirá…)
- Y de ciertos acontecimientos dramáticos o repetitivos que viviste, sobre todo en tu infancia, y que han dejado en ti secuelas o una herida pendiente de sanar (situaciones de abandono, abuso, sobre exigencia, pérdidas o dolores no expresados…)
En base a eso, cuando eras niña elaboraste tu propio guión.
Solo ciertos acontecimientos clave o dramáticos en tu vida adulta, que te hicieron tomar conciencia o darte permiso de algo, han ido alternándolo.
Como decía Carl Jung
“Hasta que lo inconsciente no se haga consciente, tu subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y lo llamarás destino”.
Pero, no te preocupes, como te dije, siempre estás a tiempo de reescribir tu guion…
Aunque, eso requiere que pases a la ACCIÓN. Que te prepares, que empieces hacer consciente lo inconsciente y a cambiar tu modo de pensar, sentir y comportarte.
Algo que depende solo de ti…
Si quieres empezar, puede hacerlo con nuestros programas gratuitos.
Dale a tu vida y a tu proyecto de maternidad un nuevo final.