Artículos y Recomendaciones

Artículos y recomendaciones para ayudarte a acabar con los bloqueos inconscientes que te impiden quedarte embarazada y llevar buen término un embarazo

¿Y si tuvieras una bola de cristal?

Imagina, por un momento, que tuvieras en tus manos una bola de cristal que te permitiera ver el futuro… Imagina, también, que solo pudieras echar un vistazo rápido y que solo dispusieras de una única posibilidad para observar…

Tras darle muchas vueltas, decides preguntarle a la bola cómo será tu vida dentro de veinte años…ya que crees que lo que verás supondrá más una oportunidad que un riesgo para ti…

Observas detenidamente y ves con tristeza que, finalmente, no hay ningún hijo o hija en tu vida…que nunca serás madre…

Sin embargo, contrariamente a lo que pudieras pensar, te embarga la alegría y disfrutas de una vida feliz y totalmente plena…te sientes totalmente realizada, personal y profesionalmente.

Por favor, no dejes de leer y permítete conectar con esa posibilidad…

Ahora, responde sinceramente… si ese fuera el caso ¿qué estarías haciendo?, ¿qué proyectos estarías desarrollando?, ¿qué sería diferente en tu vida?, ¿qué sueños que ahora estas postergando, quizás por miedo, por falta de autoestima o por no creer suficientemente en ti misma, habrías logrado llevar a cabo?, ¿qué deseos o necesidades, que ahora estas dejando de lado en tu camino hacia la maternidad, habrías decido escuchar?

Te invito a que te des unos minutos para responder, antes de seguir leyendo…

Mi experiencia, y la de muchas personas con las que he hablado y he trabajado, me dice que, solemos posponer o procastinar, demorar, retardar o retrasar aquello que nos da miedo o que no sabemos cómo llevar a cabo. Aun no siendo felices, nos apegamos a lo conocido, a lo cercano, lo que no nos supone un esfuerzo… Mantenemos relaciones que no nos llenan, nos dejamos la vida en trabajos que no nos gustan, buscamos satisfacciones y placer en cosas efímeras, o nos hacemos dependientes de personas, sustancias, emociones… por no escuchar realmente lo que queremos y no conectar con nuestro propósito en la vida… con aquello que solo nosotros hemos venido a hacer a este mundo…

Creo sinceramente que todos somos especiales y tenemos algo que hacer aquí, algo que aportar… sin embargo, la gran mayoría no lo sabemos o se nos olvida… nos movemos día a día por inercia, sin darnos cuenta que la vida es corta y que solo tenemos una oportunidad para disfrutarla y para alcanzar nuestro propósito.

Un hijo o una hija, es un regalo maravilloso que la vida nos brinda para ayudarnos a mejorar, a ser mejores personas, a superar nuestras limitaciones o a aprender, pero no es un propósito en sí mismo… puede incluso convertirse en una excusa para no salir de nuestra zona de confort. Podemos llegar a pensar que la maternidad cubrirá esa necesidad que muchas tenemos de ser útiles y de aportar, o podemos pretender vivir la vida que queremos a través de nuestr@s hij@s..… pero lo cierto es que eso, como mucho, retrasará la sensación de haber dejado nuestro propósito atrás…

Te animo a que, sin dejar de lado tu sueño de Ser Mamá, te pongas desde hoy manos a la obra y empieces a trabajar en los objetivos que has dejado desatendidos en tu camino hacia la maternidad. Conecta con todo lo grande y especial que hay en ti… con ese propósito, con lo que has venido a hacer aquí y que no lo dejes pasar… conéctate, de nuevo, con la vida…. No solo te sentirás mejor y más plena, sino que, he comprobado que “la vida atrae a la vida”, y si conectas con tu propósito, puede que tu regalo este a la vuelta de la esquina…  eso es lo que me ocurrió a mi…

Si te gustaría que te ayudase en este camino, por favor no dudes en ponerte en contacto conmigo haciendo click en el siguiente enlace.

El monstruo de la sandía

 Un viajero iba atravesando una extensa y árida llanura. Llevaba cabalgando toda la mañana y se sentía sudoroso, cansado y hambriento. Observó cómo el sol empezaba a ponerse en el horizonte, entre las montañas, y se preguntó donde podría encontrar un sitio para descansar y pasar la noche. Llegó, finalmente al término de la llanura y mirando fijamente hacia abajo, en lo profundo del valle, le pareció distinguir una aldea remota, con el humo de las chimeneas evolucionando despreocupadamente sobre el cielo del atardecer.

Urgió a su caballo a bajar por el sendero que conducía al fondo del valle. Ya le parecía estar disfrutando de la bebida fría que apagaría su sed y del sabor de las delicias de la localidad, así como de la buena compañía.

Cuando llegó a las afueras de la aldea, ésta parecía estar desierta. Había una sola calle con casas y unos pocos comercios a cada lado. Pero a través de la neblina de la tarde pudo distinguir vagamente cierta actividad al otro extremo del vecindario. Urgió a su caballo en esa dirección y advirtió que los aldeanos estaban reunidos en torno a una valla que rodeaba un campo. A medida que se acercaba pudo escuchar los gritos nerviosos de la gente. Cuando le vieron, le suplicaron: “Ayúdenos, señor, sálvenos del monstruo”.

El viajero miro al campo y solo pudo ver una enorme sandia. Los aldeanos le gritaban “por favor, sálvenos señor, es un monstruo que esta a punto de atacarnos!”. El viajero les dijo: “Pero, si es solo es una sandia”. Los aldeanos le gritaban: “Es un monstruo”. El viajero replicó: “Es una sand….” Pero antes de que pudiera acabar, los enfurecidos aldeanos le bajaron del caballo y le arrojaron a una charca. Después, le ataron al caballo que fustigaron hasta hacerle desaparecer de la aldea.

Aproximadamente media hora más tarde, otro viajero iba siguiendo penosamente las huellas del otro jinete. El sol había seguid bajando en el horizonte y aun sentía más sed y hambre que el anterior. También soñaba despierto con la deliciosa bebida y la exquisita cocina de la región.

Bajó serpenteando la ladera del valle y llegó a las afueras de la aldea. Vio allí a la multitud agitándose y gritando junto a la valla.

¿Cuál es el problema?, preguntó. “Mire, un monstruo verde y feroz está a punto de atacarnos”, respondieron los aldeanos. “Así es”, dijo el viajero. “Es enorme y ciertamente muy fiero. Permitid que os ayude.”

Sacó su espada, espoleo a su caballo, saltó la valla y en menos que canta un gallo los trozos de sandía volaban por todas partes. Los aldeanos cubiertos de restos rojos de fruta y de pepitas negras, daban vítores y aplaudían enfervorizados. Pasearon al viajero por toda la aldea y le invitaron a quedarse todo el tiempo que quisiera. Le alojaron en la mejor habitación del hotel, con todos los gastos pagados, le sirvieron la mejor comida y le ofrecieron los mejores vinos de la región.

A cambio el viajero les escuchó y aprendió su cultura, su historia, sus relatos y su estilo de vida. Poco a poco se fue ganando la confianza de esas gentes y empezó a hablarles de su cultura, de su historia, sus relatos y su propio estilo de vida. Y amable y delicadamente, les enseñó a diferenciar entre un monstruo y una sandia. Algunos aldeanos, con el tiempo, se decidieron a plantar sandias en sus campos. Y cuando, al viajero, le llegó, finalmente, la hora de partir, pasó junto a hileras de enormes sandías esperando para ser cosechadas.

Un aldeano que le vio se acercó y le dijo: “Muchas gracias señor. Nos has enseñado muchas cosas. Y nos has enseñado a domar la sandía y hacer que trabaje para nosotros”.

A lo que el viajero respondió: “Tenéis efectivamente unas sandias magníficas. Pero no olvidéis jamás que incluso las sandías pueden, a veces, ser monstruos”.

Fuente: Cristina Hall. Relato incluido en el libro “La magia de la metáfora”. Nick Owen (2003).

Este relato nos enseña que no todos percibimos la realidad que nos rodea del mismo modo. Para algunos los monstruos acechan a la vuelta de la esquina, mientras que otros solo ven sandias en su lugar. Las creencias que nos han inculcado desde pequeños han marcado nuestro modo de interpretar el mundo y pueden estar condicionando nuestro modo de actuar y de pensar. Inconscientemente, emociones como el miedo y la culpa pueden estar bloqueando nuestra capacidad para avanzar y para conseguir nuestras metas y objetivos, llegando, incluso, a afectar a nuestro cuerpo y a causarnos alguna enfermedad…. aun cuando los monstruos que imaginemos no sean reales.

A veces necesitamos que alguien que perciba la realidad desde otro punto de vista, nos ayude a hacer que los monstruos, nuestras creencias y emociones limitantes, se conviertan en sandias y que trabajen en nuestro beneficio.

No todo el mundo está preparado para acompañarnos en este camino. Sólo los que han pasado por ello y han acabado con sus monstruos pueden hacerlo de manera efectiva y pueden entender lo duro que resulta cambiar y el tiempo que requiere para ver sus frutos…. Con todo, lo importante es que, si tú quieres, puedes acabar con tus monstruos y convertirlos en sandias.

Si quieres empezar te animo a que lo hagas acabando con algunas de tus creencias limitantes haciendo click en el siguiente enlace

Visualizaciones e Hipnosis, ¿Me pueden ayudar?

A pesar de los malos entendidos divulgados por los magos de teatro, que hacen uso de técnicas hipnóticas, mezclándolas con trucos de magia, la hipnosis ha estado presente, desde siempre, en las universidades de medicina y en muchos hospitales y clínicas de todo el mundo.

En estado de trance, contrariamente a la imagen que tenemos de la hipnosis, las personas no pierden la conciencia, no son sometidas o dirigidas, ni pierden el control sobre sus actos. Mediante la hipnosis no es posible “manipular”, “reprogramar”, acceder a partes inconscientes oscuras o hacer aflorar recuerdos traumáticos acontecidos, en mayor medida de lo que lograríamos en cualquier conversación habitual.

En realidad el trance es un estado natural que todos experimentamos durante ensoñaciones diurnas, o cuando meditamos, y que facilita el acceso intuitivo a sueños, símbolos y otras manifestaciones inconscientes. En este estado de focalización de la atención consciente, se produce una disociación momentánea que permite acceder a nuestras habilidades inconscientes, aunque éstas sean consideradas habitualmente inaccesibles. De este modo, conectamos con nuestra voz interior y accedemos a lo que Erickson denominaba “aprendizaje inconsciente”.

Lo interesante de la hipnosis es que las últimas investigaciones con neuroimagenes han demostrado que los sucesos y acciones que experimentamos en estado de trance son percibidos por nuestros circuitos neuronales como reales. Así, la visualizaciones y trances hipnóticos crean en nuestro cerebro una «huella neuronal», es decir, un recuerdo de haber vivido esta experiencia. Conscientemente sabemos que no ha sido así, pero nuestro inconsciente no notará la diferencia….lo que ¡LA HARÁ POSIBLE  MÁS FÁCIL Y RÁPIDAMENTE!

Cuanto más logremos acceder a nuestro inconsciente, más huellas neuronales generaremos, o más profundas, y más efectivos serán los cambios que experimentaremos.

Ahora bien, la hipnosis, es efectiva para promover cambios psicológicos o de comportamiento, pero ¿puede favorecer también cambios a físicos?

Como ya anticipábamos al principio de este post, la hipnosis médica se utiliza en numerosos hospitales y clínicas de todo el mundo y se estudia en la mayoría de las universidades de medicina en el ámbito sajón. En Bélgica y en Francia se emplea a menudo, si el paciente lo desea, como anestesia psíquica o como coadyuvante de la anestesia química.

En España se está utilizando en la Unidad del Dolor del Hospital Universitario de Tarragona (tratamientos de fibromialgía con autohipnosis), en la Unidad del Sueño de la Clínica Rubber de Madrid, y en Oncología, por un grupo de voluntarios, en el Hospital la Paz de Madrid.

Existen muchos estudios acerca de su eficacia, pero, en la actualidad, el estudio más exhaustivo ha sido realizado por la Clínica Mayo, una de las más importantes organizaciones clínico-sanitarias de Estados Unidos. En este estudio, “Hypnosis in Contemporary Medicine”, publicado en el año 2005, apoyándose en estudios publicados en las revistas Nature, Science, Oncology, todas ellas revistas médicas de alto prestigio, se establece una larga lista de condiciones y 19 patologías médicas en las que se ha demostrado la eficacia de la hipnosis y para las que se recomienda su uso (Alergia, Anestesia para alivio del dolor, Anestesia para cirugía, Dermatología, Gastroenterología, Recuperación postoperatoria, Hematología, Hipertensión, Neurología, Obesidad, Obstetricia, Oncología, Otorrinolaringología, Neumología, Reumatología, Fibromialgia, Cirugía y Urología).

Los resultados son claros y sus efectos, muy reales. ¿Te animas a vivir esta experiencia?

Descárgate la visualización guiada “Conecta con tu Maternidad” y deja que tu cuerpo y tu mente experimenten con la sensación de la maternidad.

Como dijo Henry Ford “Si crees que puedes, tienes razón, si crees que no puedes, tienes razón.”

El vacío interior

 Me atrevo a afirmar que todas y cada una de nosotras hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas una profunda sensación de vacío interior.

En la mayoría de los casos intentamos llenarnos de cosas, experiencias o personas, externas a nosotras y que, momentáneamente, ayudan a paliar esta sensación.

Muchas solemos recurrir al consumismo o las compras, a la comida, a la bebida, al alcohol, a las drogas, a la práctica de deportes de riesgo, a perpetuar relaciones tóxicas y dependientes…en fin, a cualquier cosa que nos aleje de ese vacío que parece no llenarse con nada. Cualquier cosa con tal de no sentir ese vacío… con tal de no sentirnos así…

He conocido a muchas mujeres que creen, que ese vacío desaparecerá, cuando cambien de trabajo, o tengan un jefe o un salario mejor, cuando encuentren pareja, cuando tengan el coche último modelo, o puedan comprarse la ropa o los zapatos de tal diseñador… o cuando logren tener un bebe en el que puedan volcar su atención… Reconoco, que en ocasiones, yo lo he creido también…

Lo que no nos damos cuenta es que nada de lo anterior llenará ese hueco, ese vacío…

Ese espacio solo podemos llenarlo nosotras…solo podemos llenarnos de nosotras mismas…

Conseguirlo implica un descubrimiento, un viaje interior que nos hará transitar por caminos desconocidos y que nos hará salir de nuestra zona de confort…Ello requiere de un esfuerzo y un compromiso por nuestra parte, pero la recompensa es, sin duda, maravillosa.

Vivir en paz, armonía, en absoluta conexión con nosotras mismas y sobre todo en plenitud. Disfrutando de cada minuto de nuestras vidas…

Buda dijo que “Un camino de mil pasos empieza por uno solo”

 Si en algún momento te has sentido así, ¿te atreves a cambiar de actitud?

No lo dudes … te garantizo que el resultado merece la pena…

Da el primer paso hoy mismo haciendo click en el siguiente enlace.

«La Biografía Humana»

En su libro, recientemente publicado, «La biografía humana» (2015) la afamada escritora y terapeuta argentina, Laura Gutman, habla de cómo tod@s, necesitamos abordar aspectos de nuestra biografía particular, que están aún escondidos, ya sea por miedo, por inmadurez o por falta de decisión y que  suponen una fuente permanente de problemas en nuestro día a día. Afirma que si somos capaces de sacar a la luz estos aspectos que no vemos aun, y que, sin embargo, nos condicionan inconscientemente, podremos evitar las enfermedades, lo conflictos o sufrimiento que estos problemas conllevan.

Para ello propone utilizar la metodología de la biografia humana. Esta supone empezar a preguntarnos, partiendo de nuestra infancia, para descubrir y desactivar las creencias limitantes que nos han inculcado, más exactamente, lo que denomina, los discursos engañados, como el discurso materno. Según la autora, éste, aun cuando no se correspondiera con la realidad, lo hemos asumido como propio, por «lealtad emocional» hacia la persona de la que dependíamos cuando éramos pequeños, para ser amados.

Lo que implica que todos nuestros recuerdos, vivencias, experiencias e interpretaciones de esas vivencias se establecieron en base a lo que alguien nos dijo y a las creencias que alguien nos transmitió. Ese alguien en la mayoría de los casos es nuestra madre, o, en su caso, la persona más importante con la que nos vinculamos durante nuestra  infancia.

Es responsabilidad nuestra abordar las propias experiencias infantiles desde nuestra realidad interna, es decir desde el punto de vista del niño o de la niña, y no desde el punto de vista de la madre, que por muy bienintencionado que fuera, podría ser erróneo.

Solo así sacaremos a la luz las frustraciones, la soledad, los miedos, la inseguridad, las necesidades y deseos no atendidos del niño o de la niña, que siguen condicionándonos inconscientemente como adultos.

 De no ser así, la autora afirma que estaremos delegando en nuestra descendencia una serie de adicciones y violencias invisibles que a su vez enfermarán, confundirán y serán fuente de problemas para próximas generaciones.

 Si crees que tus creencias pueden estar condicionando de algún modo tu vida y tu maternidad, te animo a que hagas click en el siguiente enlace.

 Si deseas iniciar un proceso de Coaching que te permita desactivar esos discursos engañados y que te permitan vivir la vida que deseas, por favor, no dudes en ponerte en contacto con nosotros haciendo click en el siguiente enlace.

Como salmones nadando a contracorriente…

Hay muchos peces en el mar y parece que las que hemos vivido o estamos viviendo algún problema de infertilidad, nos ha tocado ser salmones.

Estos maravillosos peces pasan su juventud en los ríos, para posteriormente nadar hacia el mar donde se desarrollan y pasan la mayor parte de su vida adulta. Cuando han madurado regresan al río donde nacieron para reproducirse e iniciar el proceso de desove y fertilización de los huevos.

Este difícil viaje, conocido como la carrera del salmón, en una de las migraciones más extremas del reino animal, que, a veces, requiere nadar cientos de kilómetros río arriba contra las corrientes y rápidos. Los salmones utilizan toda su energía en los rigores físicos del viaje, que puede ser agotador, y en completar las transformaciones morfológicas necesarias para desovar con éxito. Dejan incluso de alimentarse durante la carrera, mientras hacen frente a números peligros: aguas turbulentas, rápidos, riscos y todo tipo de depredadores.

Muchos mueren en el intento, dudan o abandonan, dejándose llevar por las aguas que los conducen de nuevo al mar. Solo los que tienen el firme propósito de ser fecundos y creen firmemente en que lo lograrán, siguen adelante hasta alcanzar su destino, sacando fuerzas para luchar contra corriente.

Si te sientes un poco salmón, no te dejes llevar por la fuerza del agua. Descubre cómo podemos ayudarte a nadar río arriba haciendo click en el siguiente enlace.

¡¡¡El premio esta esperándote!!!

 

¿Cómo afecta la falta maternaje a nuestra maternidad?

La reputada escritora y terapeuta argentina, Laura Gutman, se ha convertido en una de las autoras de referencia mundial en el ámbito de estudio de la infancia y las consecuencias del desamparo materno.

En su libro «Adicciones y violencias invisibles« (2012), habla de cómo la ausencia de maternaje, que define como la «falta de calidad de atención, calidez, amor, abrazos, altruismo, paciencia, comprensión, leche, cuerpo, mirada y sostén…recibidos» por un bebe desde el nacimiento y durante toda su infancia, pueden generar cuatro posibles tipos de dinámicas violentas. Estás, según la autora, no son más que mecanismos de supervivencia que desde pequeños ponemos en marcha y que, como adultos, mantenemos inconscientemente, fruto de una necesidad insatisfecha, siempre que hayamos vivido experiencias de desamparo y soledad por una ausencia de maternaje. Sentimos que no estamos satisfechos, que estamos vacios, hambrientos de algo que nos falta, pero que no distinguimos que es y que provoca en nosotros ciertas formas de violencia, pasivas, activas, concretas o sutiles:

  1. Violencia hacia afuera (destruyo al otro),
  2. Violencia pasiva (víctimas),
  3. Violencia hacia dentro (me autodestruyo: enfermedades, debilidad…),
  4. Devorarlo todo (adicciones).

 Según comenta, casi todos estamos incluidos en alguno de estos sistemas, en mayor o menor medida.

 El problema es que si quieres Ser Mamá y no has recibido suficiente maternaje y atención, no podrás ofrecer lo que no tienes o no has recibido a tu bebe, a no ser que saques a la luz y desactives dichos mecanismos inconscientes.

Y más importante aún, creo firmemente que muchos de nuestros comportamientos, emociones y creencias inconscientes, resultado de las cuatro dinámicas violentas arriba señaladas, pueden estar condicionando o bloqueando inconscientemente nuestra maternidad…las adicciones a la comida, bebida, tabaco, café, trabajo, consumismo…los miedos a repetir comportamientos recibidos en la infancia, a no ser buena madre… el victimismo y la somatización que pueden acabar provocandonos enfermedades… son buenos ejemplos de ello.

 La buena noticia es que siempre estamos a tiempo de cambiar y de aprender a reprogramar nuestro cerebro, modificando nuestras creencias y comportamientos y aprendiendo a gestionar las emociones que nos están impidiendo Ser Mamá.

Descubre cómo podemos ayudarte haciendo click en el siguiente enlace.

 

El estrés por quedarte embarazada puede causar infertilidad

Aunque son muchos los estudios que demuestran que el estrés afecta negativamente a nuestra capacidad para procrear, hasta hace poco no había ningún estudio que demostrase específicamente que el estrés asociado a la búsqueda de un embarazo afectase a la fertilidad natural de la mujer o al éxito de los tratamientos de reproducción asistida.

Si existían estudios que confirmaban que el estrés y la ansiedad pueden desencadenar que la pareja abandone los tratamientos de reproducción asistida, si éstos fracasan en los primeros intentos, pero hasta hace poco la idea de que “si te relajas, te quedarás embarazada” no tenía soporte científico. Los casos de mujeres que gestaron después de muchos años de búsqueda, sin ningún tipo de tratamiento, y otras que lo hicieron después de adoptar un niño, al disminuir sus niveles de ansiedad, no eran más que anécdotas que no confirmaban esta creencia popular.

Sin embrago, un reciente estudio ha demostrado por primera vez la relación entre la ansiedad por conseguir el embarazo y el aumento de la infertilidad.
Todos sabemos que la dificultad para quedar embarazada es una situación muy estresante para cualquier pareja. El hecho de no poder satisfacer una parcela tan importante del desarrollo personal como “tener hijos” afecta de forma directa a todas las esferas de nuestra vida: la autoestima, los planes de futuro, la vida de pareja, la familia, la vida social, las relaciones sexuales… En estas circunstancias, son generalizados los sentimientos de estrés y ansiedad.
Esta situación de stress emocional se intensifica durante los tratamientos de fertilidad (inseminación, fertilización in vitro, donación de ovocitos, etc.). Se han realizado diversos estudios para medir los niveles de ansiedad en distintos tipos de tratamientos médicos, y los tratamientos de reproducción son los que más carga emocional conllevan, tras los tratamientos oncológicos (radioterapia, quimioterapia…).
Pues bien, precisamente, esta ansiedad por conseguir un embarazo y el miedo a que los tratamientos salgan mal, pueden retrasar el tan deseado embarazo.

Un estudio llevado a cabo por científicos estadounidenses, que amplía otro anterior realizado en el Reino Unido, demuestra una asociación entre altos niveles de estrés y una reducción de la fertilidad. Los resultados se publicaron en la revista Human Reproduction.

En el estudio participaron 501 mujeres estadounidenses con edades comprendidas entre los 18 y los 40 años, sin problemas de fertilidad conocidos y que habían decidido comenzar a buscar un embarazo.
Se realizó un seguimiento de estas mujeres durante 12 meses o hasta que consiguieron quedar embarazadas.
Los científicos midieron la enzima alfa-amilasa y el cortisol en la saliva, que son indicadores biológicos del estrés, el primer día de cada ciclo menstrual.
Las mujeres que presentaban altos niveles de alfa-amilasa mostraron un 29% menos de probabilidades de quedar embarazadas cada mes y más del doble de probabilidades de ser infértiles en comparación con las que tenían bajos niveles de la enzima y de esta hormona.

Si crees que este es tu caso y que el estrés y la ansiedad pueden estar condicionando tu embarazo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, podemos ayudarte.  Por favor haz click en el siguiente enlace.

El estrés afecta negativamente a nuestra capacidad para concebir

Son muchos los estudios que demuestran que el estrés afecta negativamente a nuestra capacidad para reproducirnos.

El estrés se puede definir como una respuesta de nuestro cuerpo ante una serie de exigencias o demandas que juzgamos mayores a las capacidades que tenemos. Este provoca en nosotros una sensación de desbordamiento que activa el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal. Dicha activación desencadena en nuestro organismo cambios conductuales y fisiológicos que mejoran nuestra adaptabilidad e incrementan nuestras oportunidades de supervivencia.
Los episodios cortos o infrecuentes de estrés no comportan ningún riesgo para nosotros, por cuanto las consecuencias del mismo suelen ser positivas para el organismo (hablamos entonces de eustrés). Ahora bien, cuando las situaciones de estrés se prolongan en el tiempo y éste ya no favorece o, incluso, dificulta la adaptación al factor estresante, aparece el riesgo de lesión o enfermedad (en estos casos hablamos de distrés).

El científico canadiense Hans Selye, en su investigación más famosa, «El estrés» (1950), describió muy bien las tres fases por las que atraviesa nuestro cuerpo cuando un estimulo perturba nuestro equilibrio interno y genera estrés:

Fase de reacción de alarma. Se produce cuando nuestro cuerpo detecta el estímulo externo. Ante este nuestro cerebro se pone en guardia y genera ciertos cambios fisiológicos que preparan al cuerpo para la acción defensiva. El sistema nervioso autónomo se activa, liberando catecolaminas, que producen una estimulación del sistema neuroendocrino, y liberan ACTH y cortisol, las dos hormonas por excelencia del estrés, que activan los sentidos, aceleran el pulso y la respiración, que se torna superficial, y tensan los músculos.
Fase de resistencia o adaptación, en la que el cuerpo toma contramedidas defensivas (reacciones de lucha o huida) en respuesta a estos estímulos.
Fase de agotamiento. Surge cuando las situaciones estresantes se suceden sin resolución y el cuerpo permanece en un estado constante de alerta que aumenta la tasa de desgaste fisiológico. Sobreviene entonces la fatiga o el daño físico, quedando la capacidad del cuerpo para recuperarse y defenderse seriamente comprometida. Empiezan a aparecer entonces las llamadas enfermedades de adaptación (enfermedades cardiovasculares, hipertensión, asma, jaquecas, úlcera péptica, dolores musculares, depresión), viéndose también muy vulnerada nuestra capacidad reproductiva.

Son muchos los estudios demuestran que la activación del organismo y sus hormonas afectan negativamente el funcionamiento reproductivo del organismo.

Uno de ellos, el estudio de Campagne DM, recogido por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) en su Libro Soporte, «Fertilidad y temas emocionales» (2012), señala que es necesario diferenciar entre dos tipos de estrés: El estrés agudo y el estrés crónico. El primero está producido por el problema de fertilidad o los procedimientos de fertilidad, mientras que el crónico sería un estrés previo. Ambos influyen de modo importante en nuestra capacidad natural para concebir y afectan negativamente al resultado de los tratamientos de Reproducción Asistida (RA).

Aunque este especialista manifiesta la gran importancia de reducir los dos tipos de estrés, puntualiza que el estrés agudo debe ser manejado mediante técnicas psicológicas aplicadas durante el periodo de búsqueda de embarazo o durante los tratamientos de RA, para evitar su abandono, mientras que el estrés crónico debe manejarse y reducirse antes de iniciarse el proceso de búsqueda o del comienzo de cualquier tratamiento de la fertilidad.

En ambos casos, como demuestran los resultados del estudio de Liz TM y Strauss B, recogidos por la SEF en el mismo Libro Soporte, la psicoterapia individual, de pareja y de grupo en pacientes infértiles disminuye la ansiedad, el estrés y la depresión y ayuda a mejorar la tasa de embarazo.

Si crees que podemos ayudarte a reducir tus niveles de estrés, quieres ponerte en contacto con nosotros o solicitar información sin compromiso, por favor, haz click en el siguiente enlace.