José Miguel Bolívar, en su libro “Productividad Personal” habla, en el capítulo 6, acerca de cómo tomamos nuestras decisiones.
Según dice, no decidimos de forma racional, aunque así lo creamos, sino que, lo hacemos de acuerdo a lo que Henri Laborit, biólogo, médico y psicólogo de principios del siglo XX, descubrió en sus estudios, de manera emocional y bastante caprichosa.
“Solemos tender a hacer primero la cosas que nos gustan sobre aquellas que no nos gustan. También elegimos hacer antes las cosas que consideramos fáciles qué aquellas que consideramos difíciles, y de forma análoga, preferimos las que se terminan rápido a las que llevan tiempo.
Supongo que tampoco te sorprenderá saber que las cosas urgentes nos atraen con mucha más fuerza que las importantes, del mismo modo que preferimos hacer las cosas que sabemos hacer sobre las que no hemos hecho nunca. Por último, Labotit demostró, que, habiendo sido educados en una sociedad jerárquica, nos inclinamos a hacer antes las cosas que nos imponen otros, que las que nosotros elegimos hacer.”
“El Doctor Peiers Steels, un estudioso de la porcastinación, afirma también que elegimos antes las cosas que ofrecen una recompensa inmediata que las que proporcionan recompensas a largo plazo. “
Jose Miguel Bolivar añade otra, fruto de observación propia: Preferimos las cosas que no requieren pensar las que si lo requieren.
Las tendencias de las que nos habla Laborit tienen en común precisamente que nos decantamos por la opción más fácilmente “tachable”. Lo fácil, lo rápido, lo urgente, lo que ya han decidido otros por nosotros… Todo ello es comparativamente más “tachable” que su alternativa: Lo difícil, lo que lleva tiempo, lo importante, lo que tenemos que decidir nosotros…
El autor pone como ejemplo los e-mails, en el trabajo. ¿te has parado a pensar cómo eliges los mails que lees? La mayoría hacemos escaneo rápido, decidimos que podemos borrar y archivar, o reenviar. Nos decantamos primero por los e- mails “tachables”, y, sin saberlo, actuamos del mismo modo en el resto de decisiones en nuestra vida.
Ello me lleva a plantearme las siguientes cuestiones relacionadas con la infertilidad…
La primera: ¿Por qué quieres ser madre? En la sociedad occidental actual, aunque el papel de la mujer ha evolucionado muchísimo, y los ideales de femineidad han sufrido una verdadera transformación, a nivel de creencias inconscientes, resultado de nuestra construcción cultural, la definición de mujer sigue íntimamente ligada a la maternidad.
En este sentido, ser madre, para muchas mujeres, ¿es realmente una elección “vital” o una elección “tachable”?. ¿Es la elección fácil, lo que toca, lo que viene después del matrimonio o de la vida en pareja, lo que ha decidido la sociedad, lo que no he de pensar, porque todo el mundo lo hace, luego estará bien, o lo que realmente deseo? En ocasiones, elegir la maternidad supone dejar de lado, aparcados en el camino, proyectos que había decidido yo, que me harían más feliz, pero que suponen más esfuerzo. Proyectos en los que he de pensar, que, suponemos, serán más difíciles, que para nosotras son muy importantes, pero que, por supuesto, no son urgentes, mientras que la maternidad creemos que si ya que, la sociedad nos dice que “se nos pasará el arroz”.
Ello provoca, al no estar realmente motivadas por dar ese paso, emociones contradictorias, bloqueos inconscientes y por supuesto, estrés. Al no obtener resultados con la urgencia que habíamos esperado, y al ser, un embarazo, algo impredecible, no controlable y que difícilmente podemos saber cuánto tardaremos en completar, suele generar una carga emocional que contribuye a aumentar el estrés, lo que sabemos que afecta negativamente a la fertilidad. Si estamos dejando proyectos aplazados, esta carga tiende a ser mayor, ya que inconscientemente nos planteamos, ¿hasta cuando tendré que esperar para llevarlos a cabo?
Con todo, por favor, antes de intentar quedarte embarazada plantéate: ¿Es para mi la elección “tachable” o es, realmente, a una decisión “Vital”?
Y, por otro lado, sé que, cuando aparece la infertilidad, trabajar los bloqueos emocionales y psicológicos no es, precisamente, la elección “tachable”. Seguir un tratamiento de fertilidad es lo que parece más fácil, lo que no te obligará a pensar, y parece que dará resultados más rápidamente… mientras que trabajarte a nivel personal es lo difícil, lo que lleva tiempo, lo que no sabes hacer, lo importante, lo que te llevará a descubrir cosas que no te gustan de ti y lo que solo tú puedes decidir…pero, ¿Qué te dice tu corazón que necesitas?
Está en tu mano… decide bien y no te dejes llevar por la elección “tachable”, que no siempre es la más efectiva o la mejor.
Si quieres que te ayude en este camino, por favor no dudes en ponerte en contacto conmigo. Estaré encantada de acompañarte y de cogerte de la mano, como me gustaría que hubieran hecho conmigo.