5 errores que pueden hacer facasar tu tratamiento de fertilidad

Si has pasado o estas pasando por un tratamiento de fertilidad o de Reproducción Asistida sabrás lo costoso que puede legar a ser. Y no hablo solo en términos monetarios, sino también por lo desgastante que puede ser a nivel físico y emocional.

Yo pasé por varias inseminaciones e in vitros y el proceso fue tremendamente duro. “Pero si el resultado es un bebé, mecerá la pena”, pensaba.

En mi caso, sin embargo, ninguno de los tratamientos funcionó. Invertí mucho tiempo, dinero y esperanzas, en vano. Mi embarazo llego después de manera totalmente natural tras un largo proceso de trabajo interior. Pero aprendí mucho de todas esas experiencias.

Hoy te comparto los 5 errores que yo cometí, que veo a diario en mujeres con las que trabajo y que pueden dar al traste con tu próximo tratamiento.

1. Apresurarse y no darse su tiempo.

Las ganas de muchas de ser mamá y las prisas que nos autogeneramos no son buenas consejeras. Pueden conducirnos a acelerar un tratamiento sin estar preparadas.

Sobre todo, si no te das tiempos de descanso entre tratamientos. Nadie nos habla de los embriones no viables, los negativos, los tratamientos suspendidos por baja respuesta, y lo peor, las pérdidas. Los abortos espontáneos y esos bebés no natos que te dejan devastada y hundida. Y que, además, no te esperas, si después de varios intentos logras un embrión viable.

Yo no me di tiempo tras mi primera perdida. No había vivido mi duelo y sin embargo me metí en otro proceso dos meses después. Por supuesto no salió bien. Escuché al médico que me dijo que siguiera adelante en vez de escucharme a mí misma. Me embarque en el tratamiento desde el miedo a que el se me pasaría el arroz, que era mayor…Y desde ahí, solo logre estresarme, acabar exhausta y frustrada.

Para ayudarte a determinar si hoy es el momento perfecto, te animo a que hagas este ejercicio. 

“Pregunta a tu cuerpo”. Te lo comparto totalmente gratis en este link.

 >> Acceder GRATIS al ejercicio “Sintonizando con tu cuerpo”

Y salga lo que salga, haz caso de la respuesta.

2. No elegir bien el centro y/o el médico.

Parece algo obvio ¿verdad?

Pero lo cierto es que muchas clientes me dicen que siguen adelante con médicos insensibles, que no las tratan bien, que no las han informado detenidamente acerca de todo el proceso, no les certeza o confianza. O que les han metido prisa o les han dado diagnósticos fatalistas.

En fin…no estaban a gusto con ellos y sin embargo siguieron adelante, sin darse el permiso de cuidarse y de anteponer sus sensaciones, intuiciones y emociones a su cabeza.

Cuando lo cierto es que el medico que te atiende puede ser una eminencia. Pero si te hace sentir incomoda o su presencia te intimida, estas restando probabilidades a que todo salga bien.

Yo no me escuché. De hecho, un verano hice un tratamiento y fui atendida por nada menos que 4 médicos distintos, debido a sus vacaciones. En cada consulta me llevaba una desagradable sorpresa. No se sabían de mi caso y tenía que repetir las cosas. Estaba pagando mucho para no tener la atención que quería. Experimenté rechazo y enfado porque nadie me había dicho que cambiaría de médico, ni me había avisado. Pero en vez de esperar a que volviera el medico que me hacía sentir bien o posponer el tratamiento, seguí adelante, sin escucharme, sumando un nuevo fracaso a los anteriores.

No hagas lo mismo. Escúchate y elige bien.

3.  Ir al tratamiento con miedo.

Se de muchas mujeres que dan el paso invadidas por el miedo, ya sea porque no se informan adecuadamente y la incertidumbre no les ayuda o porque piensan que algo puede salir mal, si han tenido alguna pérdida o tratamientos anteriores negativos o traumáticos.

Pero si te dejas llevar por el miedo te invade el estrés.

Te animo a que te enfoques en lo quieres atraer y conectes a diario con ello, con lo que sentirás teniéndolo en tu tripita, estacándolo en tus brazos, bañándolo…. Ponte una música suave, cierra los ojos y siéntelo, experiméntalo.

Para facilitartelo, por si no estas acostumbrada, te comparto esta visualización » Disfruta de tu Bebé» totalmente gratis. Estará disponible esta semana. 

>> Haz clic en este enlace para escuchar GRATIS la visualización 

A mí me ayudó mucho esta práctica para atraerlo de manera natural. Seguro que a ti te ayudara en tu tratamiento.

4. No cuidarse a nivel físico.

Muchas clientes no llevan una vida saludable que facilite el resultado. No duermen 8 horas, no comen sano, no practican ningún deporte, no se dan sus espacios de ocio o de tiempo en pareja….

Creen que todo eso se puede suplir con complementos vitamínicos, que el cuerpo no absorbe igual de bien.

O se dejan asesorar por personas sin experiencia y se suplementan con cosas como la maca, que se sabe es efectiva para la fertilidad del hombre pero que tiene efectos nocivos en el equilibrio hormonal de la mujer. Puede causar irregularidad menstrual ya que sus compuestos pueden actuar como estrógenos. De ahí que su consumo no se considere totalmente seguro para mujeres con endometriosis o fibromas uterinos.

Te animo que centres tu alimentación productos naturales y ecológicos.Antes del tratamiento enfócate en los alimentos de color naranja y amarillo que mejoran la calidad del útero, óvulo y esperma, favoreciendo también la evolución del óvulo fecundado. Y posteriormente, el desarrollo del embrión y del embarazo, debido a su riqueza en betacarotenos.
Lo encontramos en alimentos como: la zanahoria, calabaza, melón, melocotón…

Tras recibir el tratamiento enfócate en los alimentos de colores morados, rojizos y azules: Estos favorecen la implantación del óvulo fecundado, la evolución del embrión y del embarazo, por su riqueza en proantocianinas. Estas están en alimentos como: la uva, cereza, granada, frambuesa, fresa, mora, rabanito…

Y antes y durante, prepárate con alimentos de color verde que favorecen el equilibrio hormonal y por ello la calidad del óvulo y del esperma, debido a su aporte en fitoquímicos.
Podemos verlos en el brócoli, alcachofa, puerro, rúcula… ¡

Te comparto la receta de un batido verde en el desayuno, que recomiendo a nuestras alumnas. Lleva 5 tallos de apio, sin hojas, 2 puñados de espinacas, medio pepino y 1 aguacate. Sino te gusta el sabor, añádele de 1 a 4 manzanas. Está riquísimo si lo tomas a diario, 3 meses antes del tratamiento, junto con las recomendaciones anteriores, seguro que tu cuerpo responderá mejor.  

Más si reduces tu consumo de azucares refinados y productos procesados y practicas algún ejercicio suave, tipo yoga o largas caminatas.

Te aconsejo, también, que revises, con un análisis, si tienes alguna intolerancia, especialmente al gluten y a la lactosa, ya que la inflamación que ello provoca puede afectar negativamente al resultado.

5 . Restar importancia al estrés asociado al proceso.

Un tratamiento Puede llegar a ser un proceso muy intrusivo y estresante, especialmente para la mujer. Nada parecido al ideal romántico de crear una vida con la pareja a la que amas, en la intimidad de tu hogar.

El sinfín de pruebas al que te someterás, algunas muy molestas y dolorosas.

La falta de información y, en ocasiones, la falta de empatía por parte de algunos profesionales y médicos, que tampoco ayuda. Lo imprevisible del proceso.

La gran cantidad de medicamentos, bastante prohibitivos que has de tomar para estimular tus ovarios, para que maduren tus ovocitos y para preparar tu endometrio.

Los muchos pinchazos y a horas muy concretas que alteraban tu día a día.
El miedo a equivocarte y a hacer algo mal en un proceso en el que has puesto tantas expectativas y recursos.

El no saber cómo reaccionará tu cuerpo ante la medicación. La incertidumbre acerca de si tus folículos están creciendo y si el tratamiento saldrá adelante.

El tener que buscar excusas en el trabajo para ir al médico y tener que cancelar reuniones importantes por alguna visita, si como yo no has dicho nada en tu trabajo por miedo a su reacción.

Ocultar el proceso, si has decidido mantenerlo en secreto para evitar preguntas dolorosas, tampoco es fácil.

Los cambios de humor debido a los grandes cambios hormonales que acrecientan el enorme desgaste emocional conforme los tratamientos se van sucediendo.
Si tienes problemas de trompas, ovarios o de útero, como endometriosis, miomas, quistes…es posible que te hayas tenido que someter a una intervención previa para limpiar el útero o a otros tratamientos para prepararte para el proceso, ya sea de inseminación o de in vitro. Con lo que tu carrera de obstáculos se inició hace tiempo y tu nivel de estrés puede ser aún mayor.

Puedes llegar a tener la sensación de que, repentinamente, toda tu vida gira en torno a la infertilidad. Y que no solo afecta a tus relaciones de pareja, a tu vida sexual, a tu trabajo y a tus relaciones familiares y amigos.

Y, adicionalmente, el inicio del tratamiento, sino está pagado por la Seguridad o la Obra Social, tiene un efecto devastador en tu vida financiera.

Por todo ello, el propio tratamiento de RA puede convertirse en un detonante de estrés importante. Y puede malograr el proceso e impedir que sea un éxito.

Recientes estudios han demostrado que los tratamientos de reproducción tratamientos de fertilidad (inseminación, fertilización in vitro, donación de ovocitos son los que máscarga emocional conllevaban el estrés y la ansiedad pueden desencadenar, tras los tratamientos oncológicos (radioterapia, quimioterapia…). 

Por ello es importante recordar los resultados del estudio de Liz TM y Strauss B. Este confirma que el trabajo para gestionar el estrés,  la psicoterapia individual/pareja y de grupo en pacientes infértiles y en tratamiento disminuye la ansiedad, el estrés y la depresión y ayuda a mejorar la tasa de embarazo.  

No eres una máquina. Todo lo anterior puede desequilibrar a cualquiera y una ayuda mejorará tus resultados.

Ahora bien, ponte en manos de profesionales que tengan probada experiencia en trabajar con el estrés y con la infertilidad. No todos los terapeutas saben trabajar con estos bloqueos y con los traumas asociados.

Igual que para un dolor de muelas vas al dentista y no a traumatologo, busca aquellos que conozcan herramientas efectivas para enfrentar el estrés y la ansiedad (como el mindfulness, hipnosis, sofrología, coherencia cardiaca, la terapia cognitivo conductual (TCC)…)

De entre ellos elige a aquellos con muchos y diversos casos de éxito con infertilidad. Ya que cada mujer y pareja es distinta y sus bloqueos diferentes.

Es importante también que sean especialistas en trabajar con duelos y perdidas. Dado que la infertilidad implica un duelo y puede que también un duelo genético, si vas a someter a un tratamiento de ovodonación. También puede haber también abortos o duelos previos que sanar.  En ese caso te recomendaría que supiera trabajar efectivamente con trastornos de estrés postraumático.

Además de ser especialista en trabajar con el trauma, con el transgeneracional y con los trastornos de apego. He trabajado con muchas mujeres en sesión que llevaban años trabajando duelos en terapia sin haber avanzado. La TCC y otras que son efectivas para trabajar el estrés en casos concretos, pero no ayudan en estos temas.  En una o dos sesiones he ayudado a transitar duelos que llevaban enquistados más de 10 años.

Busca un terapeuta que de una abordaje completo y sistémico de tu problema.

Si además son profesionales que lo hayan vivido ellos y hayan superado con éxito, mejor, Es decir, que hayan logrado su sueño. Ya que nadie te puede llevarte a sitios a los no ha llegado aún.

Con quien tu decidas, pero no desestimes la importancia del estrés. Trabaja con el y haz del tratamiento un éxito.

Aprovechando el BLACK FRIDAY he decidido hacerte una propuesta especial.

Hoy y  hasta mañana podrás sumarte a la master Class El ABC para gestionar el estrés con un precio único e inmejorable.

Por solo 47 euros y con unos BONOS INCREIBLES.

>> Haz clic en este enlace si quieres acabar con el estrés y maximizar la posibilidades de que tu tratamiento sea un éxito

Mañana se acaba esta oferta porque te haré otra. Una por día durante esta semana BLACK FRIDAY. Espero que te ayuden a lograr tu sueño.