Si sigues en mi lista, puede que sea lo que más anhelas en tu vida, en este momento.
Tal vez, incluso, darías lo que fuera por conseguirlo. ¿no?
Y para ello, seguro que lo intentas mes a mes con tu pareja. Puede que hayas invertido en costosos tratamientos. O que hayas hecho cambios en tu vida: Que tomes suplementos y medicación para ayudarte. Que comas más sano y trates de llevar un estilo de vida saludable.
Seguro que piensas que lo estás haciendo todo…
Pero quizá estás haciendo lo que te resulta más fácil y no lo que necesitas.
Muchas mujeres con las que trabajo en sesión reconocen que no estaban implementando los cambios que realmente les iban a ayudar. Bien porque no eran conscientes o porque no sabían hacerlo de modo diferente.
Y me explico…
Has de ser consciente de que un bebé es un proyecto a largo plazo.
De hecho, es un proyecto para toda la vida. Y como tal requiere de muchos recursos de tu parte.
Es por eso que emprendemos este tipo de proyectos cuando estamos tranquilas y tenemos recursos de sobras.
Si estás a dos semanas de un examen de una oposición, ¿verdad que no se te ocurre preparar tu boda?
No, no llevas a cabo proyectos de emvergadura o que requieran de un sobreesfuerzo en momentos de estrés. Los postpones o los postergas…
Al igual que si tienes un león en la puerta de tu casa, no te pones a pensar en reformar la cocina, ¿verdad?
Por eso pregúntate si con todo lo que estás haciendo ¿tienes tiempo (y energía, añadiría) para reformar tu cocina?
Porque si no es así, tampoco la tienes para un bebé. Estás en una época de estrés. Y tu cuerpo lo sabe. Puede incluso que lleves toda tu vida así. Lleves un estilo de vida ansioso y estresado. Que no recuerdes vivir de otro modo. Que el estrés sea algo “perenne en ti.”
Y como sabes, el estrés es un mecanismo de anticoncepción natural.
El cuerpo es sabio. Y si estas estresado, en fase aguda o crónica, y no tienes la energía y los recursos suficientes para atender a tu cría, va a generar los cambios fisiológicos necesarios para que no puedas concebir. Has de saber qué es lo que te está estresando y disminuir este estrés para poder sentirte con el suficiente tiempo y capacidad de crear tu proyecto a largo plazo.
Y tú ¿sabes identificar qué cosas te están estresando?
Mañana te hablaré de los cuatro principales factores de estrés en infertilidad, así que estate atenta a tu bandeja de entrada.
Pero si quieres no quires seguir postergando tu maternidad y quieres trabajar conmigo de modo personalizado para descubrir cuales son esos factores y darles la vuelta tengo una sorpresa para ti.
Ya que «No podemos cambiar nada de los que no somos conscientes»
Con motivo del BLACK FRIDAY quiero poner a tu disposición mi Sesión Brújula con una OFERTA ESPECIAL. Accede hoy y hasta mañana por solo 97 euros impuestos incluidos.
Descubre qué cosas de tu vida son las que más te están estresando ahora mismo y afectando a tu fertilidad. ¡Solo siendo consciente puedes hacer algo para rebajar tu estrés y aumentar tus posibilidades de concebir!
También podrás usar esta sesión para trabajar en lago de lo que ya eres consciente que te esta afectando y que no has sabido eliminar.
Si has pasado o estas pasando por un tratamiento de fertilidad o de Reproducción Asistida sabrás lo costoso que puede legar a ser. Y no hablo solo en términos monetarios, sino también por lo desgastante que puede ser a nivel físico y emocional.
Yo pasé por varias inseminaciones e in vitros y el proceso fue tremendamente duro. “Pero si el resultado es un bebé, mecerá la pena”, pensaba.
En mi caso, sin embargo, ninguno de los tratamientos funcionó. Invertí mucho tiempo, dinero y esperanzas, en vano. Mi embarazo llego después de manera totalmente natural tras un largo proceso de trabajo interior. Pero aprendí mucho de todas esas experiencias.
Hoy te comparto los 5 errores que yo cometí, que veo a diario en mujeres con las que trabajo y que pueden dar al traste con tu próximo tratamiento.
1. Apresurarse y no darse su tiempo.
Las ganas de muchas de ser mamá y las prisas que nos autogeneramos no son buenas consejeras. Pueden conducirnos a acelerar un tratamiento sin estar preparadas.
Sobre todo, si no te das tiempos de descanso entre tratamientos. Nadie nos habla de los embriones no viables, los negativos, los tratamientos suspendidos por baja respuesta, y lo peor, las pérdidas. Los abortos espontáneos y esos bebés no natos que te dejan devastada y hundida. Y que, además, no te esperas, si después de varios intentos logras un embrión viable.
Yo no me di tiempo tras mi primera perdida. No había vivido mi duelo y sin embargo me metí en otro proceso dos meses después. Por supuesto no salió bien. Escuché al médico que me dijo que siguiera adelante en vez de escucharme a mí misma. Me embarque en el tratamiento desde el miedo a que el se me pasaría el arroz, que era mayor…Y desde ahí, solo logre estresarme, acabar exhausta y frustrada.
Para ayudarte a determinar si hoy es el momento perfecto, te animo a que hagas este ejercicio.
“Pregunta a tu cuerpo”. Te lo comparto totalmente gratis en este link.
Pero lo cierto es que muchas clientes me dicen que siguen adelante con médicos insensibles, que no las tratan bien, que no las han informado detenidamente acerca de todo el proceso, no les certeza o confianza. O que les han metido prisa o les han dado diagnósticos fatalistas.
En fin…no estaban a gusto con ellos y sin embargo siguieron adelante, sin darse el permiso de cuidarse y de anteponer sus sensaciones, intuiciones y emociones a su cabeza.
Cuando lo cierto es que el medico que te atiende puede ser una eminencia. Pero si te hace sentir incomoda o su presencia te intimida, estas restando probabilidades a que todo salga bien.
Yo no me escuché. De hecho, un verano hice un tratamiento y fui atendida por nada menos que 4 médicos distintos, debido a sus vacaciones. En cada consulta me llevaba una desagradable sorpresa. No se sabían de mi caso y tenía que repetir las cosas. Estaba pagando mucho para no tener la atención que quería. Experimenté rechazo y enfado porque nadie me había dicho que cambiaría de médico, ni me había avisado. Pero en vez de esperar a que volviera el medico que me hacía sentir bien o posponer el tratamiento, seguí adelante, sin escucharme, sumando un nuevo fracaso a los anteriores.
No hagas lo mismo. Escúchate y elige bien.
3. Ir al tratamiento con miedo.
Se de muchas mujeres que dan el paso invadidas por el miedo, ya sea porque no se informan adecuadamente y la incertidumbre no les ayuda o porque piensan que algo puede salir mal, si han tenido alguna pérdida o tratamientos anteriores negativos o traumáticos.
Pero si te dejas llevar por el miedo te invade el estrés.
Te animo a que te enfoques en lo quieres atraer y conectes a diario con ello, con lo que sentirás teniéndolo en tu tripita, estacándolo en tus brazos, bañándolo…. Ponte una música suave, cierra los ojos y siéntelo, experiméntalo.
Para facilitartelo, por si no estas acostumbrada, te comparto esta visualización » Disfruta de tu Bebé» totalmente gratis. Estará disponible esta semana.
A mí me ayudó mucho esta práctica para atraerlo de manera natural. Seguro que a ti te ayudara en tu tratamiento.
4. No cuidarse a nivel físico.
Muchas clientes no llevan una vida saludable que facilite el resultado. No duermen 8 horas, no comen sano, no practican ningún deporte, no se dan sus espacios de ocio o de tiempo en pareja….
Creen que todo eso se puede suplir con complementos vitamínicos, que el cuerpo no absorbe igual de bien.
O se dejan asesorar por personas sin experiencia y se suplementan con cosas como la maca, que se sabe es efectiva para la fertilidad del hombre pero que tiene efectos nocivos en el equilibrio hormonal de la mujer. Puede causar irregularidad menstrual ya que sus compuestos pueden actuar como estrógenos. De ahí que su consumo no se considere totalmente seguro para mujeres con endometriosis o fibromas uterinos.
Te animo que centres tu alimentación productos naturales y ecológicos.Antes del tratamiento enfócate en los alimentos de color naranja y amarillo que mejoran la calidad del útero, óvulo y esperma, favoreciendo también la evolución del óvulo fecundado. Y posteriormente, el desarrollo del embrión y del embarazo, debido a su riqueza en betacarotenos. Lo encontramos en alimentos como: la zanahoria, calabaza, melón, melocotón…
Tras recibir el tratamiento enfócate en los alimentos de colores morados, rojizos y azules: Estos favorecen la implantación del óvulo fecundado, la evolución del embrión y del embarazo, por su riqueza en proantocianinas. Estas están en alimentos como: la uva, cereza, granada, frambuesa, fresa, mora, rabanito…
Y antes y durante, prepárate con alimentos de color verde que favorecen el equilibrio hormonal y por ello la calidad del óvulo y del esperma, debido a su aporte en fitoquímicos. Podemos verlos en el brócoli, alcachofa, puerro, rúcula… ¡
Te comparto la receta de un batido verde en el desayuno, que recomiendo a nuestras alumnas. Lleva 5 tallos de apio, sin hojas, 2 puñados de espinacas, medio pepino y 1 aguacate. Sino te gusta el sabor, añádele de 1 a 4 manzanas. Está riquísimo si lo tomas a diario, 3 meses antes del tratamiento, junto con las recomendaciones anteriores, seguro que tu cuerpo responderá mejor.
Más si reduces tu consumo de azucares refinados y productos procesados y practicas algún ejercicio suave, tipo yoga o largas caminatas.
Te aconsejo, también, que revises, con un análisis, si tienes alguna intolerancia, especialmente al gluten y a la lactosa, ya que la inflamación que ello provoca puede afectar negativamente al resultado.
5 . Restar importancia al estrés asociado al proceso.
Un tratamiento Puede llegar a ser un proceso muy intrusivo y estresante, especialmente para la mujer. Nada parecido al ideal romántico de crear una vida con la pareja a la que amas, en la intimidad de tu hogar.
El sinfín de pruebas al que te someterás, algunas muy molestas y dolorosas.
La falta de información y, en ocasiones, la falta de empatía por parte de algunos profesionales y médicos, que tampoco ayuda. Lo imprevisible del proceso.
La gran cantidad de medicamentos, bastante prohibitivos que has de tomar para estimular tus ovarios, para que maduren tus ovocitos y para preparar tu endometrio.
Los muchos pinchazos y a horas muy concretas que alteraban tu día a día. El miedo a equivocarte y a hacer algo mal en un proceso en el que has puesto tantas expectativas y recursos.
El no saber cómo reaccionará tu cuerpo ante la medicación. La incertidumbre acerca de si tus folículos están creciendo y si el tratamiento saldrá adelante.
El tener que buscar excusas en el trabajo para ir al médico y tener que cancelar reuniones importantes por alguna visita, si como yo no has dicho nada en tu trabajo por miedo a su reacción.
Ocultar el proceso, si has decidido mantenerlo en secreto para evitar preguntas dolorosas, tampoco es fácil.
Los cambios de humor debido a los grandes cambios hormonales que acrecientan el enorme desgaste emocional conforme los tratamientos se van sucediendo. Si tienes problemas de trompas, ovarios o de útero, como endometriosis, miomas, quistes…es posible que te hayas tenido que someter a una intervención previa para limpiar el útero o a otros tratamientos para prepararte para el proceso, ya sea de inseminación o de in vitro. Con lo que tu carrera de obstáculos se inició hace tiempo y tu nivel de estrés puede ser aún mayor.
Puedes llegar a tener la sensación de que, repentinamente, toda tu vida gira en torno a la infertilidad. Y que no solo afecta a tus relaciones de pareja, a tu vida sexual, a tu trabajo y a tus relaciones familiares y amigos.
Y, adicionalmente, el inicio del tratamiento, sino está pagado por la Seguridad o la Obra Social, tiene un efecto devastador en tu vida financiera.
Por todo ello, el propio tratamiento de RA puede convertirse en un detonante de estrés importante. Y puede malograr el proceso e impedir que sea un éxito.
Recientes estudios han demostrado que los tratamientos de reproducción tratamientos de fertilidad (inseminación, fertilización in vitro, donación de ovocitos son los que máscarga emocional conllevaban el estrés y la ansiedad pueden desencadenar, tras los tratamientos oncológicos (radioterapia, quimioterapia…).
Por ello es importante recordar los resultados del estudio de Liz TM y Strauss B. Este confirma que el trabajo para gestionar el estrés, la psicoterapia individual/pareja y de grupo en pacientes infértiles y en tratamiento disminuye la ansiedad, el estrés y la depresión y ayuda a mejorar la tasa de embarazo.
No eres una máquina. Todo lo anterior puede desequilibrar a cualquiera y una ayuda mejorará tus resultados.
Ahora bien, ponte en manos de profesionales que tengan probada experiencia en trabajar con el estrés y con la infertilidad. No todos los terapeutas saben trabajar con estos bloqueos y con los traumas asociados.
Igual que para un dolor de muelas vas al dentista y no a traumatologo, busca aquellos que conozcan herramientas efectivas para enfrentar el estrés y la ansiedad (como el mindfulness, hipnosis, sofrología, coherencia cardiaca, la terapia cognitivo conductual (TCC)…)
De entre ellos elige a aquellos con muchos y diversos casos de éxito con infertilidad. Ya que cada mujer y pareja es distinta y sus bloqueos diferentes.
Es importante también que sean especialistas en trabajar con duelos y perdidas. Dado que la infertilidad implica un duelo y puede que también un duelo genético, si vas a someter a un tratamiento de ovodonación. También puede haber también abortos o duelos previos que sanar. En ese caso te recomendaría que supiera trabajar efectivamente con trastornos de estrés postraumático.
Además de ser especialista en trabajar con el trauma, con el transgeneracional y con los trastornos de apego. He trabajado con muchas mujeres en sesión que llevaban años trabajando duelos en terapia sin haber avanzado. La TCC y otras que son efectivas para trabajar el estrés en casos concretos, pero no ayudan en estos temas. En una o dos sesiones he ayudado a transitar duelos que llevaban enquistados más de 10 años.
Busca un terapeuta que de una abordaje completo y sistémico de tu problema.
Si además son profesionales que lo hayan vivido ellos y hayan superado con éxito, mejor, Es decir, que hayan logrado su sueño. Ya que nadie te puede llevarte a sitios a los no ha llegado aún.
Con quien tu decidas, pero no desestimes la importancia del estrés. Trabaja con el y haz del tratamiento un éxito.
Aprovechando el BLACK FRIDAY he decidido hacerte una propuesta especial.
Hoy y hasta mañana podrás sumarte a la master Class El ABC para gestionar el estrés con un precio único e inmejorable.
Lucia era cliente encantadora con muy baja autoestima.
Ella tenía ese problema porque su papá la había abandonado cuando tenía 3 años.
Aunque en realidad esa no era la causa real de su falta de autoestima. Sin solo el detonante o el evento desencadenante.
La razón fundamental era el significado que ella le había dado a ese hecho a los 3 años.
Porque con 3 años, y hasta aproximadamente 9 años, se crean la gran mayoría de las creencias acerca de ti, del mundo que te rodea y acerca de ti misma.
Y esas creencias se convierten en las reglas de tu vida.
Lo que ocurre es que cuando con esa edad creas un significado acerca de lo que ocurre a tu alrededor, en base a algo que te ocurrió, ¿cuánta experiencia de vida tenías?
Ninguna. Porque tu memoria cognitiva empieza a funcionar a los 3 años, aproximadamente.
Así, Lucia apenas tenía experiencias que le ayudasen a darle un significado a lo que le ocurrió.
Y, sin embrago, ella pensó.
“Si papa me abandonó eso significa que no valgo nada, o que nunca nadie me va a querer, que soy una persona sin valor, o que no puedo confiar en los hombres, porque te abandonan…”
Pero lo peor, es que, ella le dio ese significado a ese hecho, DE POR VIDA. Y estaba viviendo así, de acuerdo a esas creencias, desde entonces. Y atrayendo precisamente eso. Relaciones en las que no la valoraban. Trabajos mal pagados. Parejas tóxicas que abusaban de su necesidad de afecto y atención.
Ya que atraes aquello en lo que te enfocas. O más exactamente ves el mundo a través de ese prisma, como si llevaras unas gafas de colores que no te permiten ver el resto. Aunque este ahí y haya hechos que contradigan esas creencias…no puedes verlos ni procesarlos.
Eso es lo que ocurre con las creencias. Se convierten en reglas que dirigen tu vida y que también la pueden limitar.
¿Y tú que hechos viviste en tu pasado que dejaron huella en ti y una creencia que te limita? ¿o que hoy están afectando hoy a tu fertilidad?
Quizás que has de ser independiente económicamente y aunque quieres más tiempo para ti misma y para conciliar, eso te impide aflojar en el trabajo. Y te estresa cómo lo harás con un bebe, ya que apenas sacas tiempo para ti hoy.
O que los bebes son cosa de mujeres y aunque tengas el marido más colaborador del mundo, crees que la carga del bebe recaerá sobre ti. Y si hoya ya vas saturada, no sabes cómo podrás con una personita más.
O viste como tus papas se divorciaban o criaste sola a tu primer hijo, y aunque la relación con tu pareja sea distinta, una parte de ti cree que un bebe alterará vuestro equilibrio y que te quedarás sola.
O quizás crees que eres igual que mamá o que papá. Y ves cosas en ti, de ellos, que no quieres repetir y que aun te duelen de tu pasado. Y te aterra creer que lo harás igual con tu bebé y que no podrás cambiarlas.
O tuviste que hacerte cargo de tus hermanos o de tu mamá o de tu papá por algún motivo. Creíste que en tu vida eso es lo que has de hacer. Y aunque quieres vivir tu vida, no te permites soltar esa carga. Y puedes creer también que no podrás con más responsabilidades aún.
O que por algún motivo te pusieran a cargo de alguien o algo y ocurriera algo malo que te hizo creer que no sabrás proteger o cuidar a tu bebé. Cuando en realidad solo eras una niña entonces y no era tu responsabilidad hacerlo.
Pueden ser tantas…En los últimos años he ayudado a cambiar cientos de ellas. Y como resultado a que cientos de bebés hoy estén aquí.
Porque si, esas creencias limitantes se pueden cambiar. Y también el estrés asociado a las mismas y que Lucia experimentaba en cada relación de pareja, o cada vez que algo le hacia sentir de menos o que no era suficiente.
De hecho, en su caso, trabajando en ello en una sesión conectó con esa escena de su pasado en la que su papá la estaba abandonando. Vio en regresión como los dos lloraban.
La bebé lloraba porque el papá se iba. Pero ¿porque lloraba tu papá? Le pregunté. Conectó con el dolor de él y con sus lágrimas al verle hacer su maleta. ¿Por qué se va? Se va porque está enfermo, respondió. Recordó que su papá era alcohólico, como lo había sido su abuelo. Y como unos días antes había legado bebido, la había cogido en sus brazos y se le había caído. También le vino otra escena de cómo el mes anterior él se había quedado caído al suelo inconsciente, tras unas copas, estando a cargo de ella. Y había estado así durante casi 4 horas, sin poder atenderla, ni cuidarla. Y le vinieron también escenas de cuando se volvía agresivo, como su abuelo, y le gritaba por llorar o gritaba a su mamá por tonterías.
Lucia conectó con el dolor de su papá al dejarla. Y sobre todo con todo el amor que su papa sentía por ella. La amaba tanto que decidió ahórrale todo el sufrimiento que él había experimentado con su propio padre. No era capaz de sanarse a si mismo, pero hizo lo que pensó que era mejor para proteger a su bebe. Y era irse. Cuando Lucia sintió ese amor rompió el llanto. Lloró porque acababa de limpiar su pasado.Había cambiado todas las creencias acerca de si misma y del motivo porque su papa la había abandonado. Pero no solo a nivel consciente, sino que lo había sentido y experimentado en cada fibra de su cuerpo. Ya que a nivel consciente no basta… Y lo que vino después merece otro post. Su relación de pareja dio un giro de 180 grados y desde ahí llego su bebé.
Nunca es demasiado tarde para cambiar el pasado
Solo hay que regresar y limpiarlo, recordándolo de forma diferente. Resintiéndolos de otro modo. Y dándole un nuevo significado. Instaurando una nueva creencia acerca de lo que paso y de nosotros mismas.
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Hoy y hasta mañana podrás acabar con esas creencias que afectan negativamente a tu vida y a tu fertilidad por solo 39 euros, impuestos incluidos, y lo mejor con un BONUS de REGALO ESPECIAL. La HIPNOSIS conecta con tu maternidad, que te ayudará a hacerle creer a tu inconsciente que es posible también para ti tener un bebé sano y llevar tu embarazo felizmente a término.
Este pack te ayudará especialmente si has vivido una perdida o si nunca te has quedado embarazada. También a lidiar con esas creencias negativas que nos quedan tras hablar con algunos médicos que no son especialmente empáticos. Para salir de ese NO PUEDO o de esa idea de que eres mayor o algo va a salir mal. Da la vuelta a esas creencias que no te ayudan y conecta con tu poder para potenciar tu fertilidad.
Mañana se acaba esta oferta porque te haré otra. Una por día durante esta semana BLACK FRIDAY. Espero que te ayuden a lograr tu sueño.
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