En el fondo, no eres tan diferente de una mosca…

Una mosca lleva, toda la mañana, dándose golpes contra el cristal de mi ventana, intentando salir.

La pobre…

Y he pensado: «Si fuera capaz de parar, de tomar perspectiva y de reconducir su rumbo, vería que la ventana está abierta y lograría salir».

Pero aún no lo ha hecho.

Simplemente sigue volando (lo que hace habitualmente para llegar a algún sitio) sin pararse a pensar que no está llegando a ningún lado. Y, sigue, ahí, dándose golpes, una y otra vez, contra el mismo cristal.

Y, ¿Sabes por qué lo hace?

Porque cambiar no es fácil…

Porque los cambios asustan, y requieren de un esfuerzo. Por eso nuestro cerebro los rechaza, de primeras, ya que está preparado, biológicamente, para ahorrar energía.

Y, por eso, opera mediante hábitos.

Y, ¿qué son los hábitos?

Los hábitos no son más que conductas adquiridas por repetición de actos iguales o similares.

Estos permiten que tu cerebro ahorre energía que puede dedicar a otra actividad, ya que se acaban convirtiendo en algo automático y que realizas de manera inconsciente.

Es decir, se convierten en aquello que haces sin pensar que lo estás haciendo. Si conduces o manejas, seguro que has llegado alguna vez a tu destino sin saber cómo. Pues, eso te puede estar ocurriendo en otras áreas de tu vida.

Lo hábitos son algo maravilloso porque te facilitan la vida.

Pero si esos automatismos te están impidiendo alcanzar tus sueños, ha llegado el momento de cambiarlos.

En el fondo, no eres tan diferente de una mosca…

Cuando entras en piloto automático, te dejas conducir por tus hábitos. Y, si no eres consciente de cuales te están limitando, para dejar de hacerlos, te darás de cabezazos, día a día, con los mismos problemas.

Y, si piensas que se resolverán solos, por favor, acuérdate de la mosca.

¿Qué piensas de ella?

Si llevas tiempo haciendo lo mismo y no te está dando resultados, no insistas por ese camino.
La vida te da señales, también tu cuerpo… ¡Escúchalas!

Se que nunca será un buen momento para empezar a hacer las cosas de manera diferente. Ni para pararse a pensar y a tomar perspectiva.

Seguro que tienes muchos temas pendientes, ahora más con la vuelta a la rutina, poco tiempo y mucho estrés…

Pero depende de ti.

Puedes decidir tomarte un tiempo para ti. Pensar qué rumbo quieres dar al nuevo año y a tu vida. COMPROMETERTE contigo misma y con los objetivos que quieres alcanzar y ponerte manos a la obra…

Ponerte en ACCIÓN o actuar en modo mosca.  

Tú decides.

El mejor momento, SIEMPRE, es ahora. 

Te animo a que hagas STOP y te plantees que cosas no quieres repetir el nuevo año.

Haz una lista con lo que quieres dejar de hacer en el nuevo año y comparte uno en comentarios.

¿Qué hábito limitante te comprometes a cambiar para lograr tu objetivo en el 2019?